La Mancomunidad Espadán-Mijares está situada al suroeste de la provincia de Castellón, entre las comarcas del Alto Mijares y la Plana Baja de Castellón. Comprende parte del Parque Natural de la Sierra de Espadán y del río Mijares y debe su nombre a estos dos elementos geográficos de su entorno.
Está integrada por quince municipios: Aín, Alcudia de Veo, Argelita, Ayódar, Espadilla, Fanzara, Fuentes de Ayódar, Ribesalbes, Sueras, Tales, Toga, Torralba del Pinar, Torrechiva, Vallat y Villamalur, diez de ellos son de la comarca del Alto Mijares y cinco de la Plana Baja. Abarca una superficie de 257,1 km2 y presta servicios a una población de unos 4.000 habitantes.
Parte de la superficie la Mancomunidad se encuentra dentro de los límites del Parque Natural de la Sierra de Espadán y posee una gran riqueza histórica y cultural. Este macizo montañoso, con numerosas fuentes, barrancos frondosos y masas boscosas, forma parte del Sistema Ibérico y separa las cuencas de los ríos Palancia, al sur, y Mijares, al norte.
La Sierra de Espadán es uno de los pocos relieves de la Comunidad Valenciana en los que se encuentran afloramientos de areniscas, llamadas rodenos, que originan un relieve abrupto y quebrado, con montañas de hasta 1.000 metros de altitud. Muy interesantes son las «neveras», edificios de piedra construidos en los siglos XVIII y XIX para almacenar nieve durante todo el año.
Las condiciones climáticas, geológicas y edáficas, así como la riqueza florística y la acción humana sobre el medio han dado lugar a distintas formaciones vegetales: pinares, bosques de ribera, encinares y alcornocales.
La fauna que habita en el parque es resultado de la diversidad de paisajes y ambientes que ofrece. Podemos encontrar varias especies de anfibios como el sapo común, el sapo corredor o el gallipato. Los reptiles están representados por distintas especies como el lagarto ocelado, la lagartija colilarga, la culebra de escalera y la culebra bastarda.
En cuanto a las aves destacan sin duda, las rapaces, como la escasa y amenazada águila perdicera, el águila culebrera, el águila calzada y el azor. Entre las rapaces nocturnas encontramos el cárabo, el búho chico y el búho real. Otras aves comunes de esta zona son el arrendajo, el trepador azul, el petirrojo, el torcecuello y el pinzón. Entre los mamíferos conviven el jabalí, el zorro, la garduña, la gineta y el tejón. Existen también dieciséis especies de murciélagos, siete de las cuales están catalogadas como especies amenazadas.
Los municipios de la Mancomunidad de Espadán-Mijares poseen un patrimonio espectacular además de una gran belleza y antigüedad. La mayoría tienen una población escasa y sus calles y casas mantienen una arquitectura muy tradicional, lo que les otorga un singular encanto. Su vasto patrimonio, mucho ligado a la época morisca, está formado por castillos y fortalezas, iglesias y ermitas y trincheras y refugios de la guerra civil. Estos municipios se encuentran rodeados por bellos parajes de gran valor ecológico en la zona más oriental del Sistema Ibérico. La agricultura, tanto de secano como de regadío y la explotación de recursos naturales, como el corcho o la apicultura, destacan como las principales actividades económicas. Aunque también existen actividades como la industria y la artesanía cerámica.
El GR-333 es una ruta única que une los 15 municipios de la Mancomunidad Espadán- Mijares, con una distancia total de 104 km de sendero y está compuesta por 15 etapas distintas. De igual modo, también se pueden recorrer todos los municipios de la localidad a través de una ruta BTT, debidamente señalizada y homologada, de más de 100 km de recorrido.
En toda la zona podemos practicar una amplia variedad de deportes al aire libre: senderismo, escalada, BTT, barranquismo, kayaks, etc. con diferentes grados de dificultad y exigencia física. Asimismo, los más atrevidos pueden recrearse bajo tierra practicando espeleología en las cuevas y simas de la zona.
Para los aficionados al senderismo existen varias rutas circulares y lineales que permiten disfrutar de la naturaleza sin grandes desniveles y con una dificultad media. Entre las rutas circulares más destacadas encontramos la GR-333 por la que recorreremos los 15 pueblos de la Mancomunidad, la SL-CV103 “Sendero Pinar”, la PR-CV 398 “Ayódar - Modroñal - Morrones – Ayódar” con unas impresionantes vistas panorámicas de la Sierra de Espadán, la PR-CV 276 “Sendero de Ayodar”, la PR-CV 386 “Camino a la Cueva Negra”, la PR-CV 314 “Saganta” que discurre por la cumbre más emblemática de un gran macizo jurásico que se extiende desde Torrechiva hasta Onda. Y entre las rutas lineales sobresalen la SL-CV 91 “Senda de la Muela”, la SL-CV 70 “Barranco de Vasall”, la PR-CV 140 “Ain - Sueras, por Benitandus”, la PR-CV 139 “Tales - Peñas Aragonesas, Artana” y la PR-CV 136 “Villamalur - Sueras”.
Para los más osados también existe una amplia variedad de vías de escalada. Entre las mejores zonas para la práctica de esta actividad destacan la Escalada en Vallat cuyo perfil la hace una de las más vistosas, la Escalada Torrechiva, situada en un entorno inigualable rodeada de un exuberante bosque de pinos, la Escalada Tales, la Escalada Fanzara o la Escalada Ayódar, situada en una zona con un alto valor paisajístico, deportivo y medio ambiental.
Cuando se hace turismo, no solo disfrutas de la belleza de los paisajes y de los pueblos, también hay que descubrir la gastronomía de la zona y degustar los platos más tradicionales y que marcan la diferencia con otros lugares. De esta cocina mediterránea de montaña destacan los arroces, uno de los platos calientes más cocinados en estas poblaciones, pero no se puede dejar de lado la carne de caza, principalmente el jabalí y los tordos, presente en muchos de los platos típicos de su gastronomía. Otros platos fuertes son la olla de pueblo, la de col, el conejo al ajillo o el potaje de bacalao.
Y para endulzar los paladares, los dulces más típicos de la Mancomunidad son los rollos, las orelletes, los buñuelos de higo, el bollo de chicarrones, la calabaza “torrada”, las borrainas o borrajas, las higas albardás o las pastitas de cabello de ángel y boniato.
Y entre tantos platos, el ingrediente estrella es el aceite de oliva procedente de la Sierra de Espadán, que es de gran calidad y muy apreciado en el mundo gastronómico.
Al hablar de las fiestas, cada municipio conserva de forma tradicional sus propias costumbres y festejos, pero la más arraigada y con un denominador común, no solo en esta zona sino en varias comunidades del territorio español, es la Pascua y su tradicional Mona. Su nombre proviene de munna o mouna, un término árabe que significa “provisión de la boca”. Según algunos textos explican que era un regalo que ofrecían los musulmanes a sus señores, para los cristianos simboliza el fin las abstinencias de la cuaresma. Pero lo que realmente importa es la tradición de disfrutar de los días de Semana Santa, el Domingo de Pascua al aire libre, en cada uno de los rincones o parajes que albergan los municipios de la Mancomunidad Espadán-Mijares.
Los 15 pueblos de la Mancomunidad Espadán Mijares celebran la festividad de San Antonio, cuya celebración es el 17 de enero. Además, todos ellos, coinciden con la misma insignia, encender una hoguera con el consiguiente reparto de los famosos rollos y bendición de los animales.
En los códigos QR que contiene esta guía se pueden descargar videoguías para recorrer y conocer con mayor detalle los principales atractivos que tienen los municipios de Espadán-Mijares. Asimismo, se puede ampliar toda esta información, conocer la actualidad de Espadán-Mijares y las ofertas turísticas que ofrecen las empresas de la zona en www.visitespadanmijares.com.