El barranquismo es una práctica deportiva consistente en la progresión por cañones o barrancos, cauces de torrentes o ríos de montaña, a pie o nadando, y que ya cuenta con diferentes técnicas y materiales propios y bien diferenciados.
En Espadán-Mijares existen numerosos barrancos aptos para la práctica del barranquismo, muchos de ellos ya equipados o semiequipados para tal fin. Entre ellos destacan en el término municipal de Argelita los barrancos de Manzano, Quiles, Chicharro y Buitrero; en Torrechiva-Toga-Argelita el barranco El Hambre (Santa Ana); en Fuentes de Ayódar el barranco del Catalán (Pozo Negro), en Fanzara el barranco Turio; en Espadilla los barrancos de Carboneras y Cañón del río Chico; en Toga el barranco Pairo; en Torralba el barranco Moscador; en Benitandús el barranco Alcornocal; en Alcudia de Veo el barranco Salto de los Perros; y en Aín el barranco La Covatilla. Este último barranco discurre dentro de una cueva y está prohibido su acceso en verano.